
Este historial describe, básicamente, la reputación financiera de una persona, cómo maneja su dinero y si paga los servicios que consume y los préstamos que realiza de manera puntual. Las entidades financieras toman en cuenta el historial crediticio, por lo que es importante cuidarlo y mantenerlo a raya.
Qué tomar en cuenta para mantener un historial crediticio limpio
- Comprobar que se puede cumplir con el pago
Se debe evaluar cuáles son las posibilidades de pagar cada cuota en el tiempo previsto sin dificultad. Tener ingresos asegurados durante el plazo del crédito es otro aspecto importante.
- El pago del préstamo debe incluirse en el presupuesto
Desde el momento en que se adquiere el crédito, las cuotas mensuales a pagar deben formar parte fija (así como los alimentos y el pago de servicios públicos) del presupuesto para el mes.
- Tener recordatorios de pago
Para que el historial crediticio se mantenga en orden, es importante no olvidar jamás la fecha de pago. Algunos bancos dan la opción de que la cuota mensual se debite automáticamente de una cuenta en el día que se seleccione. Si no se tiene dicha opción, entonces es recomendable anotar el recordatorio en el teléfono o agenda personal.
- Cumplir con el pago completo
Las compras a débito deben cubrir el pago total de lo que se esté adquiriendo en una tienda. En caso de quedar debiendo céntimos, estos pueden ir acumulándose y generando intereses que pueden traer problemas para pagar más tarde.
- Cuidar los detalles
En ocasiones, ocurren problemas dentro del historial crediticio por errores entre el cliente y el banco. Por ejemplo, el banco podría enviar una tarjeta de crédito al cliente, pero si éste último no la desea, debe reportarlo de inmediato con el banco. De no cuidar esto, podrían presentarse deudas fantasmas.
También es sumamente importante cuidar la información personal, siempre vigilar que todo esté en orden, para evitar hurtos de identidad.
- Ahorrar para casos de emergencia
Un fondo de ahorros será el mejor aliado para mantenerse a raya con los pagos mensuales en caso de una eventualidad inesperada.